Deja que me quede con mis sueños, con mis letras, con mis risas y sonrisas. Deja que escoja yo si quiero flores o no, si acepto que me sigas, que me mires, que me cantes al oído. Deja que persiga las nubes que presagian tormenta, que me caiga de bruces en el camino, que me compre libros baratos.
Deja que sea yo la que te pida que me digas que me quieres

Ven y quédate conmigo que si tienes frió yo seré tu abrigo.

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¿Por dónde empiezo? Si ya lo sabes todo.
Y la verdad... ¿sabs que pienso de todo esto? Que a pesar de todo, del tiempo, de las movidas, de los portazos, los gritos, a pesar de absolutamente todo, sigues y seguirás esa persona. La persona que me sacó de la soledad, la que me dijo: -Esta es mi maravillosa vida, ¿quieres formar parte de ella?. La que me deja todo claro, la que me aconseja y siempre acierta, la que me conoce como si me hubiera parido, la que me sigue echando de menos cuando dejamos de vernos aunque solo sea por tres o cuatro días, la que me hace las cejas, la que me obliga a ponerme guapa, la que me promete que este sábado la formamos, la que nunca me ha dado la espalda, la que comparte conmigo ocho mil novecientas canciones, la que me cuenta mil planes, la que me cuenta con detalles todo lo que le ha pasado, la que me hacer reír, la que me escucha, la que (me) hace fotos preciosas, la que me dice: -¿Y a qué esperas?, la que me defiende, la que nunca me ha mentido, la que sabe mi vida de Pé a Pá, la que... ¿Quieres que siga ?